Como usar el humor para vender más
Cualquier empresa por muy buena que sea, debe vender para sobrevivir. A menos que sea una empresas del estado o sin fines de lucro, la demás ven a las ventas como uno de los puntos clave en su negocio. De eso no hay discusión, pero ¿Cómo hacer para destacarse cuando la competencia no solo es feroz, sino que estamos rodeados de publicidad prácticamente las 24 horas del día? Por supuesto que los publicistas se han inventado cualquier estrategia en el afán de captar la atención del posible cliente: desde vendernos la ilusión de que usamos determinado producto o marca seremos más deseables, más hermosos, más interesantes y tendremos más estatus.
Por supuesto que son muchas las personas que caen en ese tipo de juego, pero los que no por lo menos terminan recordando un producto o una marca.
Una prueba de esto es la publicidad del cualquier aeropuerto internacional. La publicidad allí apunta a mostrarnos cuales son los símbolos de estatus del momento. Perfumes, ropa de marca, accesorios, relojes, bebidas, artículos todos de lujo, que nos dicen desde las vallas o los televisores, que somos especiales y que ellos “bien valen su precio”.
Pero, a decir verdad, muy pocos nos podemos permitir el acceso a esos productos. Creo que esa publicad apunta a mostrarle al resto de los mortales como viven los ricos y famosos y por lo tanto cuando usted tenga medios, ya sabe que cosas debe comprar para sentirse ídem.
De un tiempo a esta parte captar la atención de los usuarios se ha hecho más complicado. Llegar a un usuario inmerso en una nube de información, gracias a las redes sociales y a la multiplicación de los canales para trasmitir publicidad, es todo un reto.
Para ello podemos seguir diferentes vías según el tipo de producto que estemos publicitando, el target al que nos estamos dirigiendo y los objetivos que queramos conseguir con la campaña, pero hay algo que no falla, y esto lo digo como usuario, no como publicista ni mucho menos: el humor.
Puede que esta sea una de las vía más complicadas, porque cada cultura tiene un humor diferente y dentro de la misma cultura, las personas tienen su sentido del humor particular. Sin embargo las empresas no se amilanan y cada día lo usan más.
Por ejemplo, Google Brasil, apeló al sentido del humor para llamar la atención a sobre su sistema de publicidad llamado Adwords.
Usaron una serie de divertidos videos, donde parodiaban diversas situaciones con las cuales muchos empresarios se sintieron identificados.
Ese tipo de publicidad cada día gana más adeptos, tanto así que ahora con la moda de los clasificados online, cualquiera puede intentar hacer lo que hacen las grandes empresas.
Lo primero que hay que tener en mente para usar el sentido del humor para vender, es que además del humor, usted debe añadir algo de irreverencia y tener un nulo sentido del ridículo.
Es mandatorio que usted parodie una situación pero no se burle jamás de su audiencia, mucho menos del producto. La publicidad argentina, desde siempre, ha sido la reina de este tipo de expresión.
Desde muy pequeño veía en prensa unas caricaturas que se llamaban algo así como Las Aventuras y desventuras de El Clasificado, donde un caricaturista parodiaba algunos de los clasificados del diario.
Vaya usted a saber a quién se le ocurrió esto, pero eran tan divertidas que aun hoy las recuerdo. Hoy. mirar la televisión en Argentina, es reírse con muy buenos ejemplos de esto que les cuento.
Son tan buenos en eso, que la mayoría de la publicidad que se hace apelando al sentido del humor, la hacen ellos, así se presente en otro mercados.
En conclusión, si usted está tratando de ganar visibilidad para su empresa, marca o negocio, tenga en cuenta esto: apostar por el humor como eje principal de la publicidad, siempre que se haga de manera inteligente y empleando el sentido común, es una apuesta segura.
Autor: Alí Manrique Ingeniero con especialización en Gerencia de Proyectos (PMI). Apasionado de los temas de Gerencia y Finanzas Personales. Del leer, nace el saber. |