Una idea de negocios que puede acabar con la piratería de los medicamentos
Las ideas no son propiedad de ningun grupo humano especifico o de una nación. Estas surgen por doquier. El desarrollo de las ideas por el contrario ya es otra cosa y solo los países desarrollados no se detienen en costos para hacerlas realidad. Esto lo digo por que una idea que puede acabar con la piratería de las medicinas surgió nada más y nada menos que en Ghana, África, de la mano de un emprendedor de 28 años de edad.
Una empresa nigeriana distribuidora de medicamentos, tratando de detener la caída de las ventas después que una red de falsificadores pirateara uno de los medicamentos estrella de la empresa, consiguió que una empresa fundada por un especialista de Ghana, estudiante de postgrado de la Universidad de Darmouth, USA, prometiera lo que las autoridades nigerianas no podía hacer: ayudar a las empresas y a los consumidores a detectar medicamentos falsos.
Sproxil, de la mano su fundador, Ashifi Gogo de 28 años, superó el escepticismo inicial y una falta de financiamiento para convencer a inversionistas que respaldaran una tecnología que ofrece una rápida prueba de falsificación.
La empresa recibió subsidios para nuevas empresas y hace poco ganó una subvención de 100 mil dólares de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y el banco Western Union, para desarrollar la tecnología que promete acabar con este grave problema.
Según las Naciones Unidas, se estima que el negocio de la falsificación de los medicamentos mueve unos 500 mil millones de dólares anuales.
Y, ¿Cual es esa idea tan innovadora? La empresa desarrolló una tecnología que les permite a los clientes usar sus teléfonos celulares para saber si el medicamento recién comprado es autentico.
Así mismo como usted recarga su celular con una tarjeta prepago, la cual se valida con un simple mensaje de texto, de esta manera las cajas de los medicamentos tendrán un código que se raspa y que se validaría de la misma manera que como se hace con las prepagos de celulares.
Al usar etiquetas que se raspan y números de identificación, los clientes pueden enviar un código a través de un mensaje de texto a uan base de datos en USA para cotejar si ese medicamento es original.
Ya se están haciendo pruebas en un millón de cajas de un medicamento para la diabetes, Glocophage, fabricado en Francia por Merck Serono, una subsidiaria de Merck KGaA.
La empresa no ha vendido aun su tecnología a inversionistas fuera de África. Interesante demás. Y lo mismo se pudiera aplicar a los artículos de super lujos y marcas famosas. ¿Qué tal?
Información tomada del WSJ online y versionada por Crisis, negocios y dinero.
Autor: Alí Manrique Ingeniero con especialización en Gerencia de Proyectos (PMI). Apasionado de los temas de Gerencia y Finanzas Personales. Del leer, nace el saber. |
1 Trackback(s)