Lecciones de negocios de un puesto de limonada
Mi primer negocio fue precisamente un puesto de limonada en la playa. Lo que prometía ser algo que atraería bastantes clientes resultó un fracaso porque estos estaban más interesados en bebidas más mundanas como la cerveza y no en limonadas.
Este lo cuento porque me encontré con un artículo bien interesante de las lecciones de negocio que se pueden obtener de un simple puesto de limonada y lo quiero compartir con ustedes.
Veamos que les parece y si coinciden con el autor, Ann Handley, especialista en Marketing y autora del libro de próxima aparición, Content Rules (Wiley, 2010) el artículo apareció originalmente en el site de American Express, la traducción y adaptación es de Crisis, negocios y dinero.
1. Entregue el mejor producto que usted pueda. ¿Por qué vender limonada basada en concentrado si usted está prometiendo vender LIMONADA, es decir una mezcla de jugo de limón, agua y azúcar?
Si usted quiere tener clientes fieles para su producto cumpla la premisa principal: entregue lo que ofrece.
2. Ubicación, ubicación, ubicación. Este mantra de los bienes raíces se aplica a los minoristas también. No ubique un negocio donde sus potenciales clientes no puedan acceder a sus productos.
3. Las extensiones de marca pueden matar su marca. Si la limonada se está vendiendo como pan caliente, ¿por qué no añadir hots dogs, o galletas?
Ese es uno de los errores típicos de muchos emprendimientos de negocios que “matan” a la marca principal por introducir otros productos.
Es mejor ofrecer un gran producto y comercializarlo bien que tener un mix de cosas que consumen recursos, confunden al cliente y no producen resultados.
4. Desarrollar un plan de marketing integrado. Un aviso que ofrece el producto y el boca a boca ayudan a este tipo de negocios. La publicidad más efectiva es ofrecer un buen producto de manera oportuna.
Usted no tiene que gastar mucho dinero en publicidad para conseguir clientes. El producto es la publicidad.
5. Humanizar la empresa. Preocuparse por el cliente, en el caso de un puesto de limonada, preguntando de que ciudad viene, si le gusta la playa y asuntos relacionados.
Compartir con el cliente puede hacer divertido un trabajo monótono. De hecho puede ser lo más divertido del trabajo.
6. Hable el lenguaje de sus clientes. Comuníquese con sus clientes en las palabras y el lenguaje que utilizan para describir sus productos, no el que usted utiliza o prefiere.
Los clientes de un puesto de limonada son niños en su mayoría, igual que los vendedores. Hablar como sus clientes le traerá más.
7. Tenga una estrategia de salida. Un puesto de limonada por muy bien que le haya ido durante el día o el verano completo, es un negocio estacional.
Los niños cuando hacen este tipo de negocios saben que es un negocio temporal, por muy bien que le vaya. Eso los prepara para abandonar el negocio una vez cumplido los objetivos.
Expresión como fue divertido, pero era mucho trabajo. Me alegro que haya terminado es lo que comentan los niños cuando se acaba el negocio. ¿Por qué los adultos no reaccionamos así?
Autor: Alí Manrique Ingeniero con especialización en Gerencia de Proyectos (PMI). Apasionado de los temas de Gerencia y Finanzas Personales. Del leer, nace el saber. |
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