Finanzas personales: La importancia de tener un escudo contra la pobreza
Este título parece un slogan de un comercial para cualquier producto bancario que se respete, pero no, se trata de una información que de manera recurrente, es decir, cada cierto tiempo, aparece en prensa y es el hecho de que muchas familias quedan en la ruina por causa de problemas que un buen seguro (de accidentes, salud o seguros de casas, entre otros) podría mitigar o compensar. Tener contratado un seguros de hogar como los que ofrece OCASO son idóneos para usted y su familia. Este tipo de seguro garantiza su tranquilidad y se adapta a sus necesidades.
Dos de las escuelas de la prestigiosa Universidad de Harvard (Leyes y Medicina), llegaron a la conclusión en un estudio de 2007 que la bancarrota personal de un 62% de la muestra, estaba vinculada de manera directa con los costos médicos, no obstante muchas de las personas que se declararon en quiebra tenían cobertura médica.
Eso fue en 2007 y desde esa fecha hasta hoy la cifra ha ido en aumento. No hay nada que afecte más las finanzas personales de una persona que no tener cobertura para imprevistos.
Ahora queda claro el título de esta nota: un seguro bien administrado es sin duda alguna un escudo contra la bancarrota.
Desde el punto de vista económico el riesgo potencial más devastador para una familia es la pérdida de la salud del principal proveedor de ingresos y en menor grado la de alguno de los miembros.
De igual manera la muerte prematura del proveedor principal junto a los efectos emocionales que esto ocasiona en los sobrevivientes es peor si estos quedan totalmente desprotegidos.
En ese mismo sentido podemos ir enumerando otras perdidas como la perdida de la casa, el auto, el negocio y un largo etcétera.
Todo esta lista nos recuerda la importancia de que en nuestra planificación financiera estudiemos los riesgos y analicemos cuales son prioritarios y cuales no.
Para manejar los riesgos disponemos de cuatro alternativas. A saber:
Evitarlos. Esa es una de las maneras más efectivas de manejar el riesgo. Lamentablemente esta estrategia requiere que en muchos casos usted se convierta prácticamente en un ermitaño, por lo que es aplicable en muy pocos casos.
Prevenirlo y/o mitigarlo. Anticiparse a los riesgos y tener posibles respuestas para este es una forma de manejarlo. Por ejemplo hacerse chequeos médicos frecuentes nos permitirá detectar a tiempo una posible enfermedad catastrófica.
Asumirlo. Significa que usted correrá con las consecuencias y que lo mínimo que puede hacer es tener una reserva monetaria que permita hacerle frente a la situación.
Transferirlo y/o compartirlo. Consiste en transferir la contingencia a una aseguradora, adquiriendo una póliza. Por supuesto que esta es la alternativa más recomendable.
Si dispone de recursos no vale la pena que usted asuma ningún riesgo mayor.
Ante la pregunta que muchos se hacen de si vale la pena pagar por un seguro médico baste recordar el estudio de la Universidad de Harvard.
Como ve si usted ha luchado a brazo partido para adquirir activos y formar algún capital es una estupidez que usted no se ocupe de pensar ni manejar los riesgos que pueden amenazar su patrimonio.
Y lo más triste es que una vez que nos ocurren los desastres ya no hay lamento que valga.
Autor: Alí Manrique Ingeniero con especialización en Gerencia de Proyectos (PMI). Apasionado de los temas de Gerencia y Finanzas Personales. Del leer, nace el saber. |
1 Trackback(s)