Emprendedores: Armó una empresa con cinco dólares de capital
Si, así como lo lee. La historia de Paz Costa, enseña lo que solo la práctica puede enseñar: Aprender emprendiendo. Paz Costa (licenciada en arte y publicidad) al reparar en la horrible funda de neopreno de su laptop, decidió crear una más acorde con sus gustos estéticos. Todo comenzó en 2008 y la falta de dinero, al contrario de muchas empresas, fue el catalizador de la creatividad.
Si bien en el mercado se ofrecen fundas de colores y de diferentes materiales pocas son las personas que ofrecen un diseño personalizado y armado a la medida.
Además los costos, por lo menos en Argentina, hacen prohibido comprar una funda de estas en las tiendas especializadas -cerca de unos 75 dólares por funda- hizo que el proyecto de esta novel empresaria alzara vuelo.
Para armar el negocio, Paz se dirigió a la zona donde están ubicados los mayoristas de telas de la ciudad de Buenos Aires, pidió permiso para tomarle fotos a las lonas y gabardinas, con estas fotos armo un catalogó, que montó en Internet y a esperar los clicks.
Lo que hizo que el negocio despegara en forma fue una nota que aparecido en la televisión local. A partir de allí la comenzaron a llegar pedidos de todos lados así como aparecieron los clientes al mayor.
En el sitio de Paz Costa, noteconfundas, los clientes pueden armar la funda de su preferencia pues escogen las telas, los colores, los diseños, las texturas.
Actualmente el sitio vende unas 70 fundas mensuales a un precio promedio de unos 45 dólares, aunque después que la nota de prensa apareció en la prensa de negocios (de donde la tomé) es muy probable que ese número aumente de manera exponencial.
El 70% de las fundas que vende son personalizadas. Los precios al mayor tienen un descuento del 65%.
Por ahora los planes de esta novel empresaria es seguir con las ventas online, pues no quieren complicarse con una tienda física, comenzar a exportar a Paraguay, crear una línea de diseños originales y facturar unos 25 mil dólares este año.
Por cierto, los cinco dólares de capital fue lo que gastó esta emprendedora en pasajes para recorrer el sector de la ciudad donde se encuentran las tiendas de telas y antes de armar un site usó las diferentes páginas gratuitas para promocionar el producto.
Autor: Alí Manrique Ingeniero con especialización en Gerencia de Proyectos (PMI). Apasionado de los temas de Gerencia y Finanzas Personales. Del leer, nace el saber. |
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