Consejo de oro: sea usted el dueño del negocio
O como un obrero termina siendo constructor y dueño de una empresa. Lo que voy a contar no es nada sorprendente ya que miles de inmigrantes europeos hicieron eso mismo en América Latina. De obreros pasaron a capitanes de empresa, llevando prosperidad a sus nuevas patrias. No obstante no está demás recordar ese tipo de historia.
Este es el caso de un brasileño, quien con tan solo 16 años salió de su pueblo natal en busca de oportunidades, una muda de ropa y el consejo de su padre: siga sus propios pasos y trate de ser el dueño de su propio negocio.
En el camino consiguió empleo en una constructora como obrero de la construcción solo que la misma a los pocos meses cerró las puertas dejando a Sidnei Borges desempleado.
Sidnei quiso regresar a su pueblo pero no tenía dinero para el pasaje por lo que, empujado por las circunstancias terminó siguiendo el consejo de su padre: decidió hacerse cargo de la obra inconclusa.
Habló con el dueño de la obra y le propuso encargarse de la misma. Borges coordinó a sus excompañeros quienes no tenían nada que perder, todo lo contrario y terminó construyendo su primera obra: un taller mecánico.
Una década después este obrero es dueño de una empresa que tiene mil quinientos empleados y factura unos 115 millones de dólares anuales y contando. El éxito de un negocio que nació de manera tan poco profesional es de por si sorprendente.
Lo interesante es que la empresa dio un gran salto en su facturación cuando justamente entró en el negocio de los condominios populares, dominado hasta esa fecha por los grandes consorcios de la construcción de aquel país.
Tan solo tres años atrás el negocio de BS, la constructora de Sidnei Borges, era construir silos y galpones. Con la mudanza de grandes empresas al interior del Brasil, se presentó la oportunidad de que muchas de estas necesitaban infraestructura y hogares para sus empleados, pero de igual manera requerían empresas que trabajaran contra reloj.
Al ver la oportunidad de construir mil quinientas casas ajustadas en tiempo y dinero, Borges buscó ayuda para diseñar un plan de negocio compatible con el desafío. Conversando con amigos y su mujer, quien era la encargada del área de finanzas de la empresa, sobre como encarar el reto, reparó en una caja de zapatos y de allí nació la idea de hacer casas en un taller y llevarla ya armadas al sitio donde serían ubicadas y listo.
Usando ese método la empresa construyó las 1.5 mil casas en tiempo record e inició la expansión a otros estados. La moraleja de esta historia es que debemos por todos los medios ser dueños de nuestros pasos (léase negocio o empresa), este consejo de oro ha sido la clave que ha permitido que muchos hombres, llevados por circunstancias extremas como la pobreza y falta de oportunidades hayan construido imperios de la nada. Que tengan un buen día.
 Autor: Alí Manrique Ingeniero con especialización en Gerencia de Proyectos (PMI). Apasionado de los temas de Gerencia y Finanzas Personales. Del leer, nace el saber. |
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