9 cosas que la gente emocionalmente inteligente no hace
La gestión de la emociones es clave para conducirse en los negocios y mucho más en la vida. Investigaciones recientes han revelado que el manejo de las emociones se trata más de lo que la gente emocionalmente inteligente no hace que sobre lo que hace. Investigaciones recientes han encontrado que la gente con rendimientos superlativos emocionalmente son muy inteligentes. Por lo que Dr. Travis Bradberry registró las cosas que las personas emocionalmente inteligentes tienen el cuidado de evitar con el fin de mantenerse en calma, contenidos y controlados.
Estas personas de manera consciente evitan esos comportamientos, que son tentadores y fáciles de caer si no se tiene cuidado. La lista que sigue no es exhaustiva, pero presenta 9 cosas que la gente emocionalmente inteligente no hace con el fin de aumentar su inteligencia emocional y su rendimiento.
- No permiten que nadie limite su alegría. Cuando su sentido de satisfacción y bienestar se deriva de compararse con los demás, usted ya no es el amo de su propia felicidad. Cuando las personas emocionalmente inteligentes se sienten bien acerca de algo que han hecho, no permiten que las opiniones o los logros de otros les afecten. Es imposible borrar o atenuar las impresiones que los otros tienen acerca de uno, por lo que no debemos compararnos con los demás y además debemos tomar las opiniones de la gente con pinza. De esta manera, no importa lo que las otras personas piensen o hagan, su autoestima viene de adentro. Independientemente de lo que la gente piensa de uno en un momento determinado, una cosa es cierta, uno nunca es tan bueno o tan malo como los demás dicen.
- No olvidan. Las personas emocionalmente inteligentes son rápidos para perdonar, pero eso no significa que se les olvida lo que les hacen. El perdón requiere dejar de lado lo que ha pasado para poder seguir adelante. Eso no significa que al malhechor se le va a dar otra oportunidad. Las personas emocionalmente inteligentes no están dispuestas a empantanarse por los errores de los otros, por lo que lo dejan ir rápidamente y son asertivos para protegerse de un daño futuro.
- NO quieren morir en la batalla. Las personas emocionalmente inteligentes saben lo importante que es vivir para luchar otro día. En los conflictos, la emoción sin control nos puede hacer luchar el tipo de batalla que nos puede dejar gravemente dañados. Cuando usted lee y responde a sus emociones, usted es capaz de elegir sus batallas sabiamente y defender su posición cuando sea el momento adecuado.
- No priorizan la perfección. Las personas emocionalmente inteligentes no configuran la perfección como su objetivo, porque saben que la perfección no existe. Los seres humanos, por naturaleza, somos falibles. Cuando la perfección es la meta, siempre quedará una sensación persistente de fracaso y se malgastará el tiempo lamentando lo que no se pudo lograr y lo que se hubiera hecho de otra manera en lugar de disfrutar de lo que se fue capaz de lograr.
- No viven en el pasado. El fracaso puede erosionar su confianza y hacer muy difícil creer que alcanzará un mejor resultado en el futuro. La mayoría de las veces el fracaso es resultado de tomar riesgos y tratar de alcanzar cosas que no son fáciles. La gente emocionalmente inteligente sabe que el éxito yace en su habilidad para elevarse por encima del fracaso y ellos no pueden hacer esto cuando se vive en el pasado. Cualquier cosa que valga la pena lograr requerirá que se tomen riesgos y no pueden permitir que el fracaso le impida creer en su capacidad de tener éxito. Cuando se vive en el pasado, eso es exactamente lo que pasa, tu pasado se convierte en tu presente, evitando que te muevas hacia el futuro.
- No viven en los problemas. El centro de tu atención determina tu estado emocional. Al fijarte en los problemas que estas enfrentando, creas y prolongas las emociones y el estrés, lo que dificulta el desempeño. Cuando te enfocas en acciones para mejorar tú y tus circunstancias, crearas el sentido de eficacia personal que produce emociones positivas y mejora el desempeño. Las personas emocionalmente inteligentes no se detienen en problemas porque saben que son más eficaces cuando se centran en soluciones.
- No se enganchan a gente negativa. Los quejosos son malas compañías, ya que se revuelcan en sus problemas y no logran enfocarse en las soluciones. Ellos quieren que la gente tome partido por la lástima a fin de sentirse mejor consigo mismos. La gente a menudo se siente presionada para escuchar a los que se quejan porque no quieren que los perciban como cruel o groseros, pero hay una línea muy fina entre prestar un oído comprensivo a ser absorbido por su espiral emocionalmente negativa. Usted puede evitar verse envuelto en ese tipo de situaciones estableciendo límites y distanciándose cuando sea necesario. Véalo de esta manera: si usted no fuma, ¿pasaría la tarde entera al lado de un fumador inhalando el humo de segunda mano? No, usted simplemente se aleja. Eso mismo debe hacer con los quejosos. Una excelente manera de establecer límites es preguntarle a los quejosos como pretenden solucionar el problema. El quejoso se calmará o redirigirá la conversación en una dirección productiva.
- No son rencorosos. La emoción negativa que viene con mantener rencor es en realidad una respuesta de estrés. El solo hecho de pensar en el evento coloca a su cuerpo en modo de lucha o huida. Cuando una amenaza es inminente, esta reacción es esencial para su supervivencia, pero cuando esa amenaza es historia pasada, mantener ese estado causa estragos en su cuerpo y puede tener consecuencias devastadoras para su salud a través del tiempo. Estudios de la Emory University han demostrado que mantenerse estresado contribuye a la presión arterial alta y a las enfermedades del corazón. Aferrarse a un resentimiento significa que usted está aferrado al estrés. Las personas emocionalmente inteligentes saben evitar esto a toda costa. Aprender a dejar de lado el rencor no solo te hará sentir mejor ahora sino que puede mejorar tu salud.
- No dicen si cuando quieren decir no. Estudios de la Universidad de California en San Francisco muestran que decir no estresa a la gente, la quema y la deprime. Decir no es un gran desafío para la mayoría de las personas. No es una palabra poderosa que usted no debe tener miedo de manejar. Cuando llega el momento de decir no, las personas emocionalmente inteligentes evitan frases del tipo: “NO creo que pueda”, “no estoy seguro”. Decir no a un nuevo compromiso honra sus compromisos existentes y le da la oportunidad de cumplirlos con éxito.
Versionado para Crisis, Negocios y Dinero de un artículo de TalentSmart, 9 Things Emotionally Intelligent People Won’t Do, web del Dr Travis Bradberry
Autor: Alí Manrique Ingeniero con especialización en Gerencia de Proyectos (PMI). Apasionado de los temas de Gerencia y Finanzas Personales. Del leer, nace el saber. |