10 razones por las cuales una pequeña empresa quiebra
Sabido es que toda nueva empresa tiene un alto índice de mortandad, pocas superan el año y muy pocas los cinco años de vida. Las razones por las cuales una empresa quiebra son multifactoriales pero, los especialistas en gerencia han encontrado que una de las principales causas radica en el mismo empresario. Cuando una persona decide hacer un emprendimiento de tipo económico, tiende a entrar en un vértigo que rápidamente y sin darse cuenta le lleva de situación en situación hasta que ya es demasiado tarde para revertir lo que es un fracaso seguro.
Muchos nos dejamos llevar por el impulso y la pasión, el positivismo e incluso la suerte. Son pocos los que hacen una planificación asertiva de que cosas debe o no debe hacer para que su empresa supere la fase de mortalidad infantil.
Muchos empresarios terminamos siendo autistas, y a veces los clientes saben más que nosotros mismos las razones por las cuales nuestro negocio no funciona.
De forma general, los dueños de empresas tienen a culpar al banco, al socio, a la economía y la política nacional y rara vez apuntan hacia sí mismo.
No es que los bancos, la economía y política nacionales no tengan su peso específico en la quiebra de una empresa, lo tienen, pero el mayor peso lo tiene el dueño, que de saber exactamente qué cosa está haciendo mal, quizás su empresa hubiera sobrevivido más tiempo.
Lo que sigue son los 10 motivos principales por los cuales quiebran las empresas pequeñas.
1. Las cuentas no cuadran. No sabemos cuánto cuesta producir el bien o servicio que vendemos ni cuanto cobrar, por lo que no sabemos cuánto debemos vender para tener utilidades.
2. El dueño es el peor enemigo. Como nuevos empresarios, somos testarudos y nos creemos todo poderoso. No buscamos ni ayuda ni asesoría. Si alguien nos señala los errores, de igual forma los seguimos cometiendo.
3. Crecimiento fuera de control. Todo nuevo empresario tiene deseos profundos de crecer lo más rápido posible, sin haber dominado del todo el manejo del primer negocio. Si ese crecimiento se da fuera de control es muy probable que termine quebrado.
4. Mala contabilidad. No se puede controlar un negocio si no se sabe cuánto entra, cuanto sale y en que se gasta cada centavo de la empresa o el negocio. Con las cuentas mal hechas o no hechas, una empresa está a ciegas y se puede estrellar.
5. Falta de capital de trabajo. Ese es un error típico por demás. La gente ese mete en negocios o empresas ignorando que todo negocio es cíclico y que muchas cosas malas pueden suceder a la vuelta de la esquina:
La pérdida de un cliente valioso o de un empleado importante, la llegada de un nuevo competidor, problemas legales como demandas o con los trabajadores, son algunos de esos problemas que pueden dañar las finanzas de la empresa sino se tienen un colchón financiero para hacerle frente.
6. Mediocridad operativa. Eso abunda y pocos parecen darse cuenta de que son negocios de un solo cliente: el que viene una sola vez y no regresa nunca.
7. Ineficiencia operativa. Al no saber cuánto cuesta producir lo que vendemos, terminamos metidos en problemas como pagar alquileres exagerados, mano de obra y materiales más caros que el promedio. No saber negociar precios con los proveedores o empleados es crucial para que una empresa quiebre.
8. Falta de gerencia o gerencial disfuncional. No se tiene visión, planificación. normas y reglas claras, y todo lo que importa de una buena gerencia. Si a esto agregamos socios que se odian o pelan y familiares que se entrometen, tenemos listo un desastre.
9. No saber contratar o contratar familiares o amigos. Son pocas las familias que trabajan unidas y se mantienen unidas, a menos que sea la de El Padrino, donde un error se pagaba con sangre. Son muchas las empresas que no sobreviven al cambio generacional debido a las luchas por el poder entre sus miembros.
10. Un mercado que no da para más. El cambio tecnológico ha afectado y seguirá afectando a muchos negocios tal como los conocemos.
Librerías, tiendas de música, imprentas y similares están desapareciendo, por lo que si usted se mantiene empecinado en su proyecto no obstante el mercado no da para más, tiene la quiebra asegurada.
Adaptado de un artículo del New York Times , escrito por Jay Goltz
Autor: Alí Manrique Ingeniero con especialización en Gerencia de Proyectos (PMI). Apasionado de los temas de Gerencia y Finanzas Personales. Del leer, nace el saber. |
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